Ellie visita a Sol
R. Hadden en su retiro orbitando la Tierra. Allí conoce al también
multimillonario Yamagishi-san y recibe la revelación de Hokkaido, un escenario
experimental en Japón donde, en la secrecía, se ha venido articulando y
probando los componentes de la máquina, al punto de su inminente montaje. Esta
precaución daría continuidad al Proyecto del Consorcio Máquina Mundial luego
del siniestrado (sabotaje) en Wyoming. En el capítulo se divulgan las
condiciones existenciales (solaz y riesgo) en gravedad cero, sus ventajas para
la manutención de la salud, el acceso restringido por selección económica; y en
fin, se pone en evidencia los esfuerzos del hombre para controlar el
envejecimiento y alcanzar la inmortalidad.
Ante el siniestrado
intento norteamericano y el ralentizado soviético, el ascenso se decidirá en
Japón de acuerdo con lo previsto por el "poder oculto" de S. R.
Hadden. Los Dres. Arroway (EEUU), Lunacharsky (URSS), Sukhavati (India), Eda
(Nigeria) y Xi Quiaomu (China) son los miembros internacionalmente consensuados
para 'tripular' la máquina y 'representarnos' en Vega. El capítulo se introduce
a diversos niveles de profundidad en los preparativos de la Directora de Argus
para su viaje a Japón, el reencuentro con su malograda madre, las exigentes
conferencias de prensa de las que participara en el país anfitrión y su agenda
pública con el gobernador Akihito y los líderes religiosos. Destaca,
adicionalmente, el perfil del Dr. Xi y, por su vena, el autor se las arregla
para divulgar la vida y obra de Qin, grandioso forjador de la cultura china.
Este es un capítulo en el
que los personajes (y los lectores, por descontado) se sienten confrontados
vitalmente con la inconmensurabilidad o la tensividad de sus paradigmas, bajo
un implícito desafío resolutivo.
- Dos imágenes para una misma persona: la
cara-sello de su vida pública-privada (i.e. una Arroway profesionalmente
exitosa confrontada con sus asuntos privados, familiares no resueltos);
- Dos imágenes para una nación: ii).- la
tradición vs. la modernidad como vectores de la síntesis de 'identidad' y
'progreso' en la evolución histórica de los pueblos (ie.- las soluciones
China y Japonesa). Finalmente,
- Dos lecturas de la comunicación con los
Veganos: i).-la occidental (mecanicista y calculadora) y ii).- la oriental
(preverbal y contemplativa).
Quizás la solución se
haga patente o en el sacrificio a un extremo, o en el descubrimiento de la
justa equidistancia o en la invención de algo totalmente nuevo. Quizás por la
autosatisfacción del rumiar nuestros propios pensamientos nunca accedamos al insight del
otro, diferente o superior. De allí el "sueño de las hormigas".
El dodecaedro de
Hokkaido hubo recapitulado de su ancestro pitagórico el imperativo de la
secrecía. Bajo estas condiciones se mantuvo protegido del ruido político,
mediático y del concomitante riesgo de sabotaje que soportaran los ingenios
americano y soviético. Pero según avanzaba el tiempo, el 'secreto' devino
'discreto' y finalmente se hizo 'público'. Los cinco ya están en Japón
esperando el momento de la activación (sujeto a estrictos cálculos y
estándares). Su presencia no pasa inadvertida. Participan del Festival Tanabata
dedicado al amor, en el que las estrellas Vega y Altair sufren desde antiguo un
rol protagónico. Llegado su tiempo, la máquina pasa por las últimas pruebas y
es finalmente activada con los cinco dentro. [Es Diciembre 31 de 1999, cerca de
las 3 pm., hora japonesa].
El capítulo pronuncia la
víspera y el día-D, y destaca el perfil personal, científico y social de
Abboneba Eda, físico nigeriano al que se atribuye una elegante teoría de la
Superunificación y el correspondiente Premio Nobel.
La máquina ha sido
activada con los cinco dentro y, como tragada por la tierra - ¡oh paradoja!, en
cuestión de segundos accesa al hiperespacio. Sensaciones corporales,
parestesias, vacíos se perciben, se suceden, como reacción a las inusuales
condiciones físicas. Aparentemente, la maquinaria ejerce un efecto protector
pues de otro modo la tripulación no resistiría. La vista del océano cósmico es
majestuosa por sus constelaciones y estrellas particulares, polvo y chatarra,
túneles que se atraviesan a velocidades grandes o moderadas en un 'como sí' de
'saltos' y 'ondulaciones' y 'caídas' se tratase (una descripción siempre sujeta
a la relatividad perceptiva de los viajeros); pero compite con la silente
preocupación por la ausencia de indicio alguno de recibimiento. Ya se pasó las
aparentes Lira (con Vega incursa) y Osa Mayor..., siempre a la expectativa de
planetas... y de entidades vivientes...
Los científicos
atraviesan por el trance de registrar prolijamente la información y dar sentido
a sus experiencias con el auxilio de sus instrumentos y marcos teóricos.
Agujeros negros, agujeros de gusano, singularidades desnudas,entre otros, son
algunos de los constructos a los que apelarán, no sin cierta incertidumbre.
En una playa
desierta de inciertas coordenadas, y tras sutil atracción a parajes interiores
que simula un juego de las "escondidas", los embajadores de la Tierra
son recibidos por inteligencias superiores (los 'Caretakers' -
Maestros Guardianes de la Estación Central) bajo la forma de los seres de sus
amores y ensueños. Ellos han penetrado sus mentes y pesado sus corazones. Ahora
dan respuesta a sus caprichosas interrogantes personales y científicas,
mostrando profundo discernimiento y amorosa tolerancia. Domina la historia el
intercambio de Ellie con su caretaker-padre.
La tripulación del dodecaedro
una vez "de vuelta" a su origen, se ve envuelta entre el designio de
dos poderes: una inteligencia extraterrestre que, desde la mirada humana, no
les ha facilitado un ápice su función de embajadores, y un triángulo de
intereses político-científico-militar que, frustrado en sus expectativas y
desafiado en su rol, saca a relucir un bajo fondo de agresividad.
El capítulo tiene el atractivo de reflejar en toda su crudeza el proceder de quienes (con Michael Kitz como emblema), amparados en el prestigio y potencia de la actitud escéptica, construyen al mejor estilo paranoico un escenario conspirativo que consigue inculpar a los que les son incómodos, y les confiere el 'soporte racional' para aplicarles el argumento ad baculum. Una estrategia de control social-cognitivo para mantener desinformada a la opinión pública.
El capítulo tiene el atractivo de reflejar en toda su crudeza el proceder de quienes (con Michael Kitz como emblema), amparados en el prestigio y potencia de la actitud escéptica, construyen al mejor estilo paranoico un escenario conspirativo que consigue inculpar a los que les son incómodos, y les confiere el 'soporte racional' para aplicarles el argumento ad baculum. Una estrategia de control social-cognitivo para mantener desinformada a la opinión pública.
En franca
coronación de su individualismo y poder, S. R. Hadden se desentiende de la
epopeya de la máquina y el destino de sus tripulantes, y de toda la atención
que el evento concita a la humanidad, para entregarse al cénit de su proyecto
de inmortalidad. Ha pensado muy escrupulosamente las diversas alternativas (que
van desde la circunvolución de sus cenizas por la órbita terrestre, hasta la
criogenia en vida de su organismo entero y su eyección a otro sistema estelar).
Así estará navegando por tiempo indefinido el océano cósmico hasta que una
civilización lo suficientemente adelantada, alienígena o su contraparte humana,
lo devuelva a la vida en la plenitud de sus facultades. El capítulo aborda el
diseño y ejecución de una empresa de inmortalidad por una idiosincrasia que
ambiciona superar en gloria a los dioses, héroes y regentes que alguna vez
estuvieron de paso por la Tierra.
La versión oficial
es propalada: "la máquina finalmente no funcionó; pero con todo, sirvió
para mantener unido al mundo, que nunca más será el mismo luego de conocerse la
existencia de una inteligencia extraterrestre vigilante". Los científicos
son condecorados y pasan al "aislamiento voluntario" para recuperarse
de la decepción, las faenas y reemprender así sus brillantes carreras. Ruedas
de prensa, fotografías, racionalizaciones de los opositores, se suceden
vertiginosamente, sin involucrar la declaración de los implicados. En el
interín, Ellie intercambia con cada uno de sus compañeros ad portas de
la inevitable separación, para integrar impresiones sobre la experiencia
cósmica común y evaluar su reacción al maltrato por los poderes
institucionalizados. El capítulo gira en torno al retiro de la Dra.
Eleanor Arroway. Atiende a la reorientación de sus investigaciones para hacerse
de soportes empíricos a los conocimientos adquiridos en su viaje al centro de
la galaxia (en clara concesión a Kitz), su particular obsesión por encontrar y
descifrar un mensaje oculto en pi - según la sugerencia del caretaker -
mediante un software re-programado por ella; y destaca la asistencia pastoral
de Joss (3), cuya asertiva deconstrucción de la intríngulis que
tiene arrinconada a la científica, discurre en una tenue franja gris entre la
devota amistad y el inconfesado amor.
Capítulo 24: La firma del artistaEn emotiva carta, la madre
de Ellie ya fallecida le revela a ésta su verdadero origen. Al mismo tiempo,
otro mensaje inteligente capturado por Argus, pugna por atraer la atención y
quebrar la resistencia de una compungida Arroway. Asistimos a una sincronicidad
(a lo Jung) entre la revelación de la 'realidad' de la protagonista y la
solución de su 'interrogante cósmico', en dominio y clave de pi, adelantada
por los 'buenos oficios' de los Guardianes de la Estación Central, quienes
elegantemente le reafirman en su convicción interior.
Link
libro contacto Carl sagan
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